miércoles, 4 de mayo de 2011

AMAR EN TIEMPOS REVUELTOS



En el Blog de Segundos Afuera se publicó hoy una nota de Andrés Mooney, que por su significado, reproducimos a continuación.

“La Garza” Funes volverá a combatir en Bouwer el martes 10 de mayo y el semifondo tendrá un tinte especial: su esposa retornará al boxeo profesional para presentarse allí.
Un festival con dos peleas rentadas, no es fácil de conseguir en nuestra ciudad. Que la de fondo sea un hombre y la complementaria la haga una mujer, suena tentador. Y si encima advertimos que los pleitos serán equivalentes, pues entonces es probable que alguien quiera pagar una entrada, aunque sea en vano. “La Garza” (9-12-3) enfrentará al guapo Héctor Cisneros (8-31-2), alguien con más de 40 peleas que, a nuestro entender, será una prueba difícil para el cordobés (lo vimos en Córdoba ante los peruanos Alexander Tanchiva y Raúl Zambrano, donde demostró ser un complicado oponente). La “Yoli” (1-1-1) tendrá como rival a Alejandra Ríos (1-1-0), una boxeadora activa y con similar cantidad de peleas que dará trabajo a la mujer de Funes.
Si hay alguien que trascendió en el boxeo de Córdoba en el último tiempo (más allá de Fabio Eduardo Moli), ése es Gabriel Alejandro Funes. “La Garza”, hizo historia cuando en 2009 se convirtiera en el primer boxeador preso que protagonizara una pelea profesional en las cárceles de nuestra ciudad. Allí, los medios nacionales se hicieron eco de lo sucedido y la pelea tomó una trascendencia, para muchos, inesperada. Luego, volvió a combatir en el Complejo Carcelario Padre Francisco Luchesse otras dos veces sin causar mayor revuelo, pero otra vez hizo ruido cuando en 2010 le concedieron la libertad por algunas horas y peleó en el Orfeo Superdomo la revancha justamente con el púgil que había enfrentado la primera vez en la cárcel.
Hoy, Funes dará que hablar cuando se sepa que otra vez subirá al ring en Bouwer y acompañado: Yolanda Beatriz Cardozo, su mujer, que había dejado de boxear hace cuatro años, la peleará como lo viene haciendo hace un buen tiempo, pero esta vez se calzará los guantes.