miércoles, 20 de enero de 2016

Entrenadoras de Boxeo en Córdoba: Las Chicas del Rincón



El diario DÍA A DÍA publicó la nota de Matías Candoli que reproducimos a continuación.

Verónica Palacios, Daiana Brandán y Laura Saravia se animan a dirigir boxeadores, un terreno común en los hombres. ¡Recibidas!
“¡Dale, tira el gancho!”. “No te metas a la corta, hacé un paso al costado y pega”. Escuchar esas frases es muy común en los festivales de boxeo o en un gimnasio. En este rudo deporte, los hombres dominaron la escena del entrenamiento y de ser segundos en un rincón, desde siempre.
Pero en Córdoba ya hay mujeres habilitadas para ejercer como entrenadoras y ellas están decididas a hacerse un lugar entre tantos varones.
“Es muy difícil entrar en el ambiente y que vean el valor que le damos a eso. Porque no es solamente el hecho de venir y decir: ‘soy técnica’. Es el hecho de asumir una responsabilidad, de hace entender que a nosotras también nos gusta practicarlo, enseñarlo y llevarlo a todos lados. Porque esto no muere acá. Acá empieza un camino en lo que es entrenar boxeo”, afirmó Verónica Palacios como si fuera una declaración de principios exhibiendo orgullosa su carnet y su diploma de la Asociación Civil de Técnicos de Boxeo de la Provincia de Córdoba. Y ella no es la única.
“No se ve mucho pero acá estamos nosotras para ver si podemos romper esa barrera y subirnos y demostrar que las mujeres tenemos los mismos conocimientos y no solamente los hombres”, apoya Daiana Brandán.
Y Laura Saravia aclara que, durante el curso que las habilitó para ejercer esta nueva profesión, no hubo diferencias con sus colegas hombres: “Ha sido un trato excelente en el curso. Los boxeadores y le gente del deporte son unas personas de lo más respetuosas y más buenas compañeras con respecto a la mujer. Nos han cuidado mucho”.
Las tres que hablaron con Día a Día completaron el curso junto a María Eugenia Romero, Valeria Ochoa y Cristina Pacheco. La motivación por la que han elegido el camino de entrenar boxeadores varía según cada una.
La más expresiva es Laura Saravia que se emocionó y dijo: “De grande, por una cuestión de salud y física, empecé a practicar boxeo. Me terminé enamorando el deporte, la actividad. Cuando empecé a conocer la vida del boxeador, los sacrificios y todo lo que hacen. Me encantó.
Comencé a indagar, a ver sobre cursos. Y me anoté en el de entrenador. Para mí es una satisfacción muy grande, un sueño cumplido y lo quiero compartir con personas que piensan que el boxeo es algo violento y malo. Que las mujeres no pueden hacerlo y no es así. Todo lo contrario. El boxeo es una disciplina en el que necesitás mucha responsabilidad y sacrificio. Ser una persona realmente, lo menos violenta que puedas. Me encanta y estoy enamorada de este deporte”
.
Daiana fue la más joven del grupo de egresados y contó el por qué quiso ser entrenadora: “Empecé como para hacer un deporte, lo practico actualmente. Aparte estudio periodismo deportivo también. Ojalá que pueda ejercer. Es para seguir ampliando el conocimiento de los deportes para mi carrera y aparte porque me encanta el boxeo”.
Y Verónica, que junto a su marido tiene un gimnasio en La Calera, afirmó: “Es una disciplina que siempre vi por televisión, con él. Y me empezó a gustar el hecho de poder enseñarle a gente lo que uno aprende. También es algo comercial porque, al tener un gimnasio, podemos enseñarle a la gente común y a chicos para que puedan subirse a un ring a pelear”.
Ya con el carnet habilitante, el futuro llegó para estas chicas.
“Espero un futuro increíble, poder cumplir con mis expectativas y las de la gente que se acerque a mí para aprender el boxeo. También me veo gritando, dándo órdenes, poniendo bucales lo mismo o mejor que los varones. Porque nosotros somos más de la lucha, más constantes”, se esperanzó Laura. Y Daiana contó sus expectativas: “Empezar a trabajar en lo amateur y después soñar con alguna pelea profesional, televisada. Primero voy a ver si hago algunas peleítas más y después recién introducirme. Quiero volver a boxear”.
Y Verónica cerró: “Por supuesto que nos vemos dando órdenes desde un rincón del ring. Para eso estamos acá. Falta seguir capacitándose, conocer gente, darnos a conocer. Ojalá estemos ahí arriba y ojalá nos enfrentemos las tres dirigiendo a nuestros pupilos, ja ja”.