viernes, 1 de enero de 2016

GABRIEL SARMIENTO: “Si Pienso en la Pelea de Cotto, No Duermo”



El sitio web "PRIMER GUANTE" publicó la nota al cordobés de Las Varillas, Gabriel Sarmiento, que reproducimos a continuación.

PRIMER GUANTE habló con Gabriel Sarmiento, ex entrenador de Sergio “Maravilla” Martínez y uno de los preparadores principales de la promotora Maravilla Box.
En una extensa charla, comentó su situación actual en la empresa, la preparación que está llevando a cabo con el prospecto español Ceferino Rodríguez, su relación con su hermano Pablo y con Sergio Martínez.
- Hace mucho tiempo que no se sabe de vos ¿Qué estás haciendo en estos momentos?
- Tengo un campamento aquí en las Islas Canarias, que pertenecen a España. Estoy trabajando con el prospecto Ferino V, que está entre los primeros 20 del peso welter a nivel mundial. Nos han confirmado que empezará su carrera en Estados Unidos en Febrero.
- ¿Se le ofreció en algún momento alguna pelea importante a Ferino V?
- De hecho, tenía que pelear el 12 de Diciembre contra Víctor Ortíz. Nos preguntaron si queríamos la pelea, llevábamos 15 días parados, pero dijimos que sí, porque era el combate para dar el campanazo. Sabemos que es un top ten, pero también está de bajada. Luego, al día siguiente desde Estados Unidos nos respondieron que no, que habían visto las últimas peleas que hicimos y declinaron. Por un lado, fue un tren que se pasó, pero por otro ya nos conocen y se han tirado para atrás.
- Esta posibilidad, ¿te hizo acordar un poco a tu etapa con Sergio Martínez?
- Sí, se dio la misma chance. El chico defiende el título y se para quince días y nos llaman. Cuando nos llamaron para pelear contra Richard Williams, me detienen a mí y Sergio se para por quince, veinte días. Encima no podía ir nadie para allá, Pablo estaba preparando otra pelea. Para ese combate fue Atocha, pero Sergio se preparó en diez días. Tuvo que bajar de peso, ponerse las pilas, porque era el tren que le pasaba. Ahora con Ceferino Rodríguez, me pasó lo mismo, nunca se negó a aceptar la pelea.
- ¿Tiene talento Ceferino Rodríguez para ser campeón del mundo?
- Este chico tiene condiciones para ser campeón. Vamos paso a paso, se nota que va evolucionando, pero hay que empezar a trabajar en Estados Unidos. Ahora hay que pelear a ocho asaltos y si sale una oportunidad trataremos de aprovecharla. Tiene que pelear en la meca del boxeo para que la gente lo conozca, porque es un buen boxeador.
- ¿Cuál es el nivel actual y la proyección del boxeo español?
- Parece que nos animamos, pero sigue faltando trabajar en el primer nivel. Un campamento no es que un boxeador se vaya a su casa, es estar concentrado ocho, nueve semanas, solamente boxeo. No hay otra cosa. Acá no terminan de ir al primer nivel en ese aspecto. Siempre que vamos afuera, perdemos. En el primer nivel está todo muy planificado, el entrenamiento, la preparación física, la nutrición… Es lo que nos pasó siempre a los boxeadores argentinos: Somos más talentosos pero como no vamos preparados a la altura de las circunstancias, siempre nos pasan por arriba.
- ¿Cómo está la relación con Sampson Lewkowicz?
- Es buena. A mí me dieron a Ferino V, a Kiko Martínez, a Gabriel Campillo, aunque él no quiso porque dijo que estaba más cómodo con su entrenador. Cuando arreglé todo con Sergio, tomé conciencia y hemos vivido mucho. Pasamos momentos muy duros, pero fueron impagables. Uno no se puede olvidar de eso y siempre uno se tiene que quedar con lo mejor. Acá todos los méritos son de Sergio Martínez, yo estaba en el momento justo, porque a través de mí se tenía que hacer su trabajo, nada más.
- ¿Cuándo podrías volver a Estados Unidos?
- Yo puedo volver a Norteamérica, pero por combates puntuales. Tengo condicional todavía de un año. Después de ese tiempo me iré al campamento de allá y ayudaré a todos los boxeadores que estén y si son argentinos, mejor. Sería lindo volver a Oxnard.
- ¿Pablo, tu hermano, sigue vinculado a Maravillabox?
- No, cuando yo me hice cargo de los boxeadores, eso no le gustó. Se enojó. Y entonces yo tenía claro que podía entrenar a Sergio, hasta cierto punto, porque en ese entonces no podía viajar, tenía libertad condicional. Lo único que sé, es que después de la pelea de Cotto se rompieron las relaciones y se terminó todo, porque yo además fui a una promoción de Maravillabox a la Argentina y a Pablo no lo dejaron acercar a Sergio porque ya no tenían relación. No me preguntes por qué, no tengo ni idea.
- De hecho una vez dijiste que te bancabas la traición de un hermano, de la policía, pero no de Sergio ¿De Sergio no por qué?
- No, lo que pasa es que con Sergio hemos estado muy conectados para hacer el desmadre que hicimos en Estados Unidos. Siempre estuvimos muy compenetrados. Era otra visión la que yo tenía de todo porque estaba encerrado. Pero sí que, yo siempre me sentí mucho más hermanado a Sergio que con mis hermanos.
- ¿Dormis tranquilo hoy en día? Porque hace un año aproximadamente, después de la derrota con Cotto, dijiste que si Sergio se retiraba nunca ibas a poder dormir tranquilo y lamentablemente se retiró.
- No es porque se retiró, te lo iba a decir. Si pienso en la pelea de Cotto, no duermo. Me tiro toda la noche soñando porque no voy a entender jamás una oportunidad como esa para retirarte a lo grande. Yo se que ha habido muchos problemas, que terminamos haciendo las cosas mal. Conseguimos lo más difícil que era que Sergio volviera a correr, que estuviera en un gran nivel. Hasta las últimas semanas que realmente metimos la pata. Pero sí que no duermo si pienso en esa pelea. Ahora lo vi cuando combatió contra Canelo y digo “Joder”, era la mejor oportunidad porque la busqué en el 2010 después de Pavlik en el Salón de la Fama y no me lo quisieron dar, me dijeron que yo estaba loco. Entonces yo sé que jamás en la vida le habría podido ganar al Martinez que estaba en el mejor momento, a fines del 2010, principios de 2011.
- ¿No había chances de que Sergio continúe en España y viaje una semana antes?
- Hubo chances. El tema es que cuando nosotros tenemos una superestrella, que se mueve en los niveles que lo hace Sergio, con PPV, el que manda es el ego. No como antes. Él era rey del peso medio, le ganó a Williams, después fue a pelear con Dzinziruk, ése fue el límite más alto que yo le vi. Vos fijate que esa semana, antes de la pelea, él hace unas declaraciones justo el día que me detienen a mí y te das cuenta que él tiene un perfil muy bajo, entonces entra a jugar otra cosa. Los promotores querían que vaya allá, porque tenía que estar allá. A mí no me importaba que lo sacara mi hermano, yo quería que él estuviera acá hasta la última semana para yo asegurarme que él estaba bien. Porque lo que habíamos conseguido, era milagroso. Primero, cambié los ángulos de giro de él, porque hacia un lado, no podía girar por el tema de la rodilla, y terminó girando para ambos lados. Ya funcionaba perfectamente bien cuando se fue de aquí. Llevarlo a Miami era el peor sitio para su rodilla. Yo hablé con todos sus médicos y me respondieron que lo mejor para él era quedarse en España, pero no lo pudimos conseguir con los egos de los promotores.
- Sergio está diciendo en su stand-up, que luego de terminar de digerir su derrota ante Cotto se sintió libre, feliz, con la capacidad de hacer lo que quiera, como lo hace una persona normal ¿Te pasa algo así en éste momento?
- Yo he tenido otras liberaciones. Me he quitado otras mochilas, vivo de otra manera. Yo de ésa pelea no me he liberado. No la puedo ni mirar. Cuando vino Sergio para acá desde Argentina, yo jamás había mirado la pelea que él perdió con Margarito. Me contó todas las historias que había pasado allá, cuando lo noqueó Margarito en Las Vegas, y yo lo sentí como si lo hubiera vivido en su propia piel. Entonces, yo me negué. Nunca la vi, sólo en pasajes, cuando le paran la pelea. Lo mismo me pasa con Cotto.
- ¿Hubo algún momento en especial en el que te diste cuenta que se había quebrado la relación con tu hermano?
- Yo creo que esto pasó cuando entra el tema de la fama y el dinero. Supongo que es por eso, acá nadie tiene la culpa. Todos venimos con unos programas y seguramente le iba a pasar a cualquiera. Yo ya miro las cosas de otra manera, tenían que pasar así. Ni tenía que esperar nada de nadie. Los periodistas más prestigiosos del mundo sabían lo que había hecho. Me ponían por delante de Fredie Roach en 2010, entonces no me faltaban agradecimientos de nadie, ni de Pablo, ni de Sergio, ni nadie.